Chubut cerró 2024 con una caída del 8% en el consumo de combustibles
La venta de combustibles en Chubut cayó más del 8% en 2024, según un informe del portal especializado Surtidores. Este descenso se ha registrado en todas las provincias argentinas, con una disminución notable en el consumo de nafta y gasoil.
En diciembre, las ventas continuaron su tendencia a la baja, acumulando un año de caídas consecutivas. Chubut pasó de casi 410 millones de litros en 2023 a poco más de 376 millones en 2024, lo que representa una caída del 8,08%.
El informe destaca que la demanda de combustibles en las estaciones de servicio no se ha recuperado y que el consumo en diciembre fue incluso menor que en noviembre, rompiendo una tendencia intermensual al alza.
A pesar de que los precios de los combustibles han aumentado por debajo de la inflación, el consumo sigue sin revertir la tendencia decreciente que comenzó hace un año.
De acuerdo con la Secretaría de Energía de la Nación, las ventas de nafta y gasoil al público cayeron un 5,67% en diciembre respecto al mismo mes del año anterior y un 1,66% en comparación con noviembre.
En términos anuales, el consumo se redujo un 8,89% entre 2024 y 2023. La nafta Premium fue el producto con mayor retracción, con una caída del 18,76%, seguida por el gasoil tradicional con un descenso del 13,13%.
Caída del consumo en provincias cercanas a la frontera
Las provincias cercanas a las fronteras experimentaron caídas significativas debido a la paridad de precios que desincentiva a los extranjeros a cruzar para abastecerse. Formosa lideró este retroceso con una caída del 27,17%, seguida por Misiones (25,29%), Corrientes (19,85%) y Entre Ríos (15,85%).
El informe también resalta descensos en otras regiones: la Provincia de Buenos Aires registró una caída del 7,17%, mientras que Catamarca y Chaco mostraron descensos del 7,38% y 12,11%, respectivamente. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la disminución fue más moderada, con un 1,49%.
Los actores del sector atribuyen esta situación a varios factores: la pérdida de poder adquisitivo, el aumento de costos para los consumidores y una economía que aún no se recupera completamente.
A pesar de las expectativas de estabilización macroeconómica, el mercado de combustibles sigue siendo uno de los más afectados por la incertidumbre y las fluctuaciones en la demanda.